Cómo te afecta la Ansiedad en distintas áreas de tu vida

Muchas personas tardan bastante tiempo en reconocer que la ansiedad les está jugando una mala pasada. Como consecuencia, suelen padecerla durante más tiempo y es habitual que se les torne más abrumadora.

Es por eso que quiero comentarte cómo la ansiedad suele complicarnos la vida en ocasiones, para que puedas evaluar si algo de esto te está sucediendo y tomar cartas en el asunto, antes de que vaya a peor.

El impacto de la ansiedad en la vida cotidiana de quienes la padecen puede ser significativo y abarca diversas áreas.

Aquí podemos ver varios ejemplos:

El Rendimiento Laboral y Académico: La ansiedad puede dificultar el desempeño en general y afectar tanto el trabajo como el estudio.

Las personas con ansiedad suelen tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones o completar tareas debido a la preocupación constante o a estar hiper atentos a las situaciones estresantes incluso mucho antes de que sucedan.

Hay quienes resignan su desarrollo profesional con tal de no realizar presentaciones laborales o hablar en público en su trabajo.

Hay quienes no se presentan a rendir exámenes e incluso pueden abandonar los estudios por no manejar su ansiedad.

Las Relaciones Interpersonales: Las personas con ansiedad pueden evitar actividades sociales, lo que puede llevar a la pérdida de vinculaciones con otras personas o a conflictos interpersonales.

Hay quienes les cuesta conseguir pareja o hacer amigos. También quienes dejan de realizar actividades que les gustan porque les genera mucha ansiedad tener que hacerlo frente a otras personas.

Muchos otros no alcanzan mejores posiciones laborales por no desarrollar relaciones interpersonales que les posibiliten mejores oportunidades, el tan necesario networking.

La Salud Física: La ansiedad crónica puede tener un impacto negativo en la salud física.

Puede aumentar el riesgo de problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, trastornos gastrointestinales, contracturas musculares, problemas de sueño y suprimir el sistema inmunológico.

Cuando una persona experimenta ansiedad crónica o prolongada, el cuerpo puede activar de manera excesiva la respuesta de "lucha o huida", que es una reacción natural del cuerpo ante el estrés percibido.

Esta respuesta al estrés no supone un problema para la salud cuando se presenta de forma esporádica, pero si sucede frecuentemente, sí genera consecuencias negativas. Cuando el sistema inmunológico está suprimido, el cuerpo puede tener dificultades para combatir infecciones virales y bacterianas, lo que aumenta el riesgo de enfermar.

Además, la supresión del sistema inmunológico puede prolongar el tiempo de recuperación de enfermedades comunes y aumentar la susceptibilidad a enfermedades crónicas.

El Bienestar Emocional: La ansiedad puede provocar una disminución del bienestar emocional y un aumento del malestar psicológico.

Las personas con ansiedad pueden experimentar síntomas de depresión, irritabilidad, cambios de humor y baja autoestima.

También, pueden sentirse inseguras acerca de sus habilidades para enfrentar desafíos o preocupadas por cómo son percibidas por los demás.

En general luego de un tiempo en que a las personas les cuesta manejar sus síntomas de ansiedad y sobre todo, cuando esto interfiere en sus actividades cotidianas, es común que empiecen a sentirse con ánimo más decaído, con una visión más negativa sobre sí mismas y que esto pueda terminar generando una depresión.

La Calidad de Vida General: La ansiedad puede interferir con el disfrute de actividades placenteras, disminuir la satisfacción con la vida y limitar las oportunidades de crecimiento personal y profesional.

Hay personas que no viajan en avión por ansiedad y se pierden oportunidades laborales o de conocer muchísimos lugares a los que les gustaría. Incluso suelen tener problemas con su familia por los condicionamientos que esto implica.

También hay personas que sienten ansiedad al conducir y esto hace que su vida cotidiana esté condicionada, que dejen de ir a ciertos sitios por el hecho de evitar conducir el coche o de la incomodidad de usar transportes públicos.

Es muy común que la ansiedad termine socavando la confianza en uno mismo, provocando sentimientos de inseguridad, culpa o vergüenza.

Además, muchas personas de manera encubierta dejan de realizar actividades que les gustaría por esta vergüenza o por la ansiedad que les genera pensar cómo los van a percibir los demás.

He tenido pacientes a los que les gustaba bailar pero que no iban a tomar clases porque les generaba ansiedad.

También conocí personas a las que les gustaba el teatro y les sucedía lo mismo. Incluso he conocido personas que no iban al gimnasio aunque lo necesitaran, porque les producía ansiedad que hubiera mucha gente o que los juzguen otros que estuvieran en mejor forma física.

En conclusión, la ansiedad puede tener un impacto amplio y negativo en la vida cotidiana de quienes la sufren, afectando el funcionamiento en múltiples áreas y disminuyendo el bienestar general.

Si identificas algo de esto en tu vida, es importante que sepas algo.

Para que puedas gestionar tu ansiedad, es clave que no pretendas quitártela rápidamente de encima.

Primero tienes que conocerla en profundidad, de lo contrario no podrás modificar nada, sólo vas a patear la pelota un poco más adelante. La ansiedad es como un animal salvaje que cuanto más quieras acorralarlo, más luchará por salir.

Por este motivo, te invito a que reflexiones acerca de cuáles son esas áreas de tu vida en las que percibas mayor ansiedad y en qué lo notas particularmente. Puedes preguntarte si te identificas con algunos de los ejemplos que te he compartido, o si reconoces algún otro indicador en tu día a día.

Te recomiendo que escribas todo lo que detectes en una hoja. Te aseguro que es información que te será muy útil. En los próximos correos te indicaré de qué manera.

Espero que te haya sido útil esta información y no dudes en escribirme por cualquier consulta!