Estrés
🧠 Claves para gestionar el estrés en tu día a día
El estrés no siempre es el enemigo. De hecho, es una respuesta natural del cuerpo diseñada para protegernos. Pero cuando se vuelve crónico o desproporcionado, puede afectar nuestra salud física, emocional y mental. Por eso, aprender a gestionarlo es clave para vivir con mayor calma y claridad.
A continuación, te comparto algunas claves prácticas y respaldadas por la ciencia que podés aplicar desde hoy:
/ / / / / / / /
1. Identificá tus detonantes
No todo lo que nos estresa es evidente. A veces, pequeñas situaciones se van acumulando hasta que el cuerpo reacciona. Por eso, el primer paso es observar en qué momentos tu cuerpo o mente se tensan: ¿Es al mirar tu agenda? ¿Después de revisar el celular? ¿Al hablar con ciertas personas?
Detectar estos momentos te permite anticiparte y actuar con más conciencia.
2. Incorporá “pausas regenerativas” durante el día
El estrés sostenido sin pausas es lo que lo vuelve dañino. Agendá espacios breves (de 5 a 10 minutos) en tu día para hacer algo que te relaje o recargue: respirar profundamente, estirarte, tomar algo calentito, salir al sol o cerrar los ojos un instante.
Estas micro-pausas ayudan a que tu sistema nervioso no viva en modo alerta permanente.
3. Regulá tu diálogo interno
Muchas veces el mayor estrés no viene de lo que pasa, sino de cómo nos hablamos a nosotrxs mismxs al respecto. Frases como “no voy a poder”, “todo depende de mí” o “tengo que estar al 100%” alimentan la tensión.
Practicar una voz interna más amable no es ingenuidad, es una herramienta concreta para regular tus niveles de ansiedad y estrés.
4. Cuidá tu cuerpo: lo básico también importa
Dormir mal, alimentarse a las apuradas o no moverse durante horas aumenta el cortisol (hormona del estrés). No se trata de rutinas perfectas, sino de pequeños gestos: salir a caminar, hidratarte, moverte aunque sea 10 minutos, priorizar el descanso.
El cuerpo es el primer termómetro del estrés. Escucharlo también es terapia.
5. No todo lo que ayuda es hacer más
A veces creemos que para “sentirnos mejor” tenemos que hacer mil cosas. Pero muchas veces el camino es al revés: hacer menos, con más conciencia. Reducir ruido, elegir prioridades, permitirte no estar disponible todo el tiempo.
Gestionar el estrés también implica darte el permiso de no estar en modo rendimiento constante.
🧭 En resumen
El estrés no va a desaparecer por completo, pero sí podés entrenar tu mente y tu cuerpo para responder de forma diferente. Con hábitos simples y consistentes, podés construir un día a día más liviano, conectado y en equilibrio.
Latest
From the Blog
Discover fresh insights, practical tips, and empowering stories to help you on your journey towards a happier, healthier, and more fulfilling life. Dive into our most recent posts below and embark on a path of continuous growth and self-discovery.
Download Nika Template