Un error común antes de empezar una tarea de cierta complejidad, tiene que ver con pensar "o lo hago perfecto o lo no lo hago", "tengo que saber muy bien todo lo que debo hacer antes de comenzar" y entonces, pretender tener desde un principio total claridad de todo aquello que necesitamos y de cómo lo vamos a hacer antes de empezar.
Eso es lo que más frecuentemente nos traba y hace que nunca iniciemos. Le seguimos dando vueltas al tema, continuamos buscando información y seguimos pensando qué es lo que tenemos, qué es lo que nos falta, principalmente qué es lo que nos falta pero al fin y al cabo, postergando!
Lo recomendable entonces es describir una serie de pasos, dividiendo esa tarea compleja en acciones concretas más pequeñas a realizar, cómo si fueran escalones que vamos subiendo progresivamente hasta llegar arriba.
Es así que podremos ir viendo sobre la marcha qué es lo que vamos necesitando con mayor precisión, es lo que vamos justamente aclarando en el andar. Porque sencillamente, si no comenzamos, siempre vamos a sentirnos más confusos y muy lejos de eso que queremos lograr. En el andar es en que se van aclarando qué cosas van, qué cosas no qué cosas no sirven y qué otras nos faltan o dónde tenemos que afilar el hacha.
La acción, la prueba y el error aportan claridad!
Psicóloga Carolina Scotti