Uno de los errores más comunes antes de iniciar alguna tarea o actividad, tiene que ver con dejar en segundo plano el análisis de aquello que vamos a hacer y qué necesitamos para llevarlo a cabo, para estar centrados en cómo nos sentimos.
Pensar si nos sentimos seguros para hacer esa tarea, si estamos convencidos de que el resultado va a ser el que queremos... Este es uno de los errores más comunes que nos llevan a no realizar muchas cosas que quisiéramos, a no poder cumplir nuestras metas, a quedarnos paralizados o postergando.
¿Cuántas parejas se han casado convencidas y luego de un tiempo se han divorciado? ¿Cuántas personas han iniciado una carrera seguros de que les gustaba y luego abandonaron?
Podría citar cientos de ejemplos de personas que se sintieron seguras antes de hacer algo y sin embargo el resultado no ha sido favorable. También podría citar otro montón de ejemplos de personas que no estaban convencidas, que se sentían inseguras y aún así, han conseguido incluso mejores resultados de los que esperaban.
Justamente, lo recomendable es hacer lo contrario, nunca te enfoques en cómo te sientes!
Tienes que focalizarte en ese punto al cual quieres llegar o esa tarea que tienes que hacer, distinguir qué es lo que necesitas, qué pasos puedes empezar a ejecutar al respecto, a quiénes puedes pedir ayuda. Todo esto, independientemente de cómo te sientas y a pesar de que no estés totalmente segura/o de cuál será el resultado.
Empezar, con incertidumbre, incluso con miedo, más lento o más rápido, pero empezar!!
Psicóloga Carolina Scotti